¿Cómo aumentar las probabilidades de tener el trabajo idóneo y ser un mejor candidato?
Un gran número de personas que se encuentran activamente en búsqueda de empleo, no obtienen muchas veces el trabajo idóneo al que han aplicado. Es muy frustrante no haber podido conseguir el puesto laboral que uno tanto desea y, en ocasiones sientes que la entrevista lo has hecho bien, sin embargo, pasan los días y no recibes ninguna noticia. Las razones pueden deberse a diversos motivos que en muchos casos no llegas ni a saberlo. Del mismo modo, si pretendes solicitar a las empresas que aplicaste alguna información que contribuya en mejorar tu postulación —un feedback—, no recibes respuesta en la mayoría de veces.
En consecuencia, se ha recopilado veinticinco de los principales errores por lo que un candidato no ha llegado a tener el trabajo idóneo, que serían los siguientes:
- No haber preparado un CV personalizado para una oferta laboral. Para cada trabajo al que postulas, debes personalizar o adaptar tu currículum y no enviarlo de forma estándar o general. Considera los requisitos y las principales competencias de la posición laboral que estás interesado. Es importante mostrar que tus habilidades, experiencia y logros estén de una manera u otra relacionados al cargo que quieres postular. trabajo idóneo
- Hacer un currículum muy extenso. Muchos candidatos piensan que tener una hoja de vida extensa denota ser muy profesional. Solamente, se muestra una incapacidad de síntesis y de no poder plasmar su perfil profesional en pocas palabras. Toma en cuenta que los entrevistadores reciben diariamente cientos de currículos y, si enviamos nuestro CV con más de tres páginas es casi seguro que no lo lean y pasen al siguiente candidato. Considera ser conciso, breve, demuestra tu valía como profesional y evita las fallas ortográficas.
- Revisar muy poco el correo electrónico y el buzón de voz del móvil. Si te encuentras buscando trabajo intensamente, es fundamental que revises con asiduidad la bandeja de entrada de tu email. No te olvides de inspeccionar en tu carpeta de “spam” y los mensajes de voz de tu móvil. De no hacerlo, podrías perder la gran oportunidad que una empresa quiera contactarse contigo y de tener el trabajo idóneo.
- Asistir a la entrevista sin haberse preparado bien. Date el tiempo de escoger las preguntas más típicas en una entrevista laboral y encuentra la manera de responderlas de acuerdo a tu perfil. Lo ideal sería tener de dos a tres alternativas de respuestas. Asimismo, haz un recuento de tus principales logros para manifestarlos ese día, así como también, las habilidades que posees y qué aporte podrías dar a la empresa si es que ingresas a trabajar.
Algunas de las preguntas más importantes que te podrían formular durante la entrevista son estas:
* Descríbete o cuéntame un poco sobre ti.
* ¿Cómo te definirías?
* ¿Cuáles son tus mayores debilidades o puntos débiles?
* ¿Cuáles son tus fortalezas?
* ¿Cuál sería el empleo ideal para ti?
* ¿Por qué deberíamos contratarte?
* ¿En qué ambiente o área te gustaría trabajar?…
- No haberse tomado el tiempo de investigar sobre la empresa. Existen una gran cantidad de personas que acuden a la entrevista sin haber buscado información sobre la organización a la que postulan. Obviamente, es una clara señal que da a entender una falta de interés, de preparación, de entusiasmo y de análisis; por lo que sería poco probable que los tomen en cuenta para la siguiente fase del proceso de selección.
Infórmate sobre la organización y el cargo al que postulas:
* ¿A qué se dedica?
* ¿A qué sector pertenece?
* ¿Qué tipo de servicios o productos comercializa?
* ¿Cuáles son sus líneas de negocio?
* ¿Quiénes son sus clientes más importantes?
* ¿Quiénes son sus principales competidores?
* ¿Cuál es su cultura corporativa y la política del personal?
* ¿Qué valores trata de transmitir a sus empleados?…
Para el cargo laboral, debes tomar en cuenta lo de acá:
* ¿Cuáles son sus principales tareas o funciones?
* ¿Qué características profesionales debe tener el perfil del candidato?
* Aptitudes , habilidades o competencias.
- Asistir a la entrevista con familiares o con amigos. Esto reflejaría que el candidato tiene una falta de madurez, iniciativa e independencia. Se debe entender que la reunión es simplemente personal.
- Llegar tarde a la cita. Si quedaste a una hora determinada para tu entrevista de trabajo, tienes que llegar puntualmente o de cinco a diez minutos con anticipación. Incluso, presentarte unos pocos minutos tarde, se puede interpretar que no tienes respeto por el horario del entrevistador o que quizás tengas ese mal hábito. ¡Procura dar una buena imagen! 😉
- Vestir de forma inadecuada. Prepara la vestimenta que vas a usar y fíjate que no esté manchada o arrugada. Estos detalles pueden desviar la atención del entrevistador y actuar en contra tuyo. Es muy relevante dar una muy buena imagen personal, puesto que proyectas lo profesional que eres y el interés que tienes de formar parte de la compañía — cuida tu apariencia.
- Haber fumado o bebido antes de la entrevista. Evita hacerlo por más que tengas ese hábito, seas nervioso o hayas estado en alguna celebración. El olor a cigarro y el aliento a alcohol puede indicar que descuidas tu vida personal y, al mismo tiempo se interpreta como una falta de respeto al entrevistador. De ninguna manera, ingreses a la entrevista con chicle o goma de mascar en la boca, debido a que es una falta de educación también. trabajo idóneo
- Tener el móvil prendido. Antes de ingresar a la entrevista, debes apagar tu móvil para evitar cualquier tipo de interrupción. Recuerda que está muy mal visto contestar llamadas porque se considera una falta de respeto. ¡Tómalo en cuenta!
- Tutear al entrevistador y llamarlo por su nombre. Por más que el entrevistador sea más joven que tú, dirígete siempre hacia él con usted o llámalo por su apellido, salvo que te lo pidan expresamente que lo llames por su nombre o que lo tutees. Así, demostrarás buenos modales y un buen trato hacia los demás.
- Ver al entrevistador como si fuera tu enemigo. Esfuérzate por generar empatía y afabilidad con el entrevistador. Trata de verlo como si fuera un amigo que quiere ayudarte a conseguir ese empleo que tanto quieres. El resultado puede ser muy positivo. Evita los excesos como el ser adulador que no está bien visto.
- Interrumpir al entrevistador mientras habla. Si tienes algo que decir o preguntar, espera a que él termine de hablar para hacerlo. Mostrarás tu cortesía y que eres muy profesional.
- Demostrar que tienes una mala actitud. Si no logras convencer al entrevistador que tienes una buena actitud en el día de la entrevista, tus posibilidades que te vuelvan a llamar serán casi nulas. Esto se debe a que las empresas buscan candidatos que no sean conflictivos o apáticos para que se pueda fomentar un buen clima laboral.
- No entablar una adecuada conversación durante la entrevista. Toma mucha atención en la manera que hablas. Exprésate sin el uso de incómodos estribillos o muletillas —o sea, esto, este, pues, eh…—. Sabes muy bien que las primeras impresiones cuentan bastante. Los nervios se apoderan totalmente de ti, razón por la cual, no consigues explicarte con claridad. Seguidamente, tu voz se escucha entrecortada o repites muchas veces una palabra —no demuestras lo que quieres—. Se recomienda que te prepares bien y te informes tanto de la empresa y el puesto laboral.
- Utilizar un vocabulario inapropiado. Procura usar expresiones o palabras que te permitan organizar correctamente tu conversación para hacerla más interesante como, por ejemplo:
“Para empezar”, “En primer lugar”…
“Para serle sincero”, “Honestamente”, “Sinceramente”…
“Permítame hacer memoria”, “Déjeme pensar”… Así ganarás tiempo.
“Ahora recuerdo que”…
“Como le comentaba”, “Como le decía”… Se usa posteriormente a una interrupción.
“Finalmente”, “Resumidamente”, “En resumidas cuentas”, “En pocas palabras”, “En resumen”… Para concluir lo que estás manifestando.
No hables muy rápido y esfuérzate por concluir todas tus frases. Trata de no responder con monosílabos y tampoco des explicaciones innecesarias. Mantén una conversación de forma clara, concisa y estructurada.
- Hacer un marketing personal muy pobre desde el principio. Tu tarea es convencer desde el inicio que eres el candidato ideal que ellos buscan. Simple y llanamente, es conocerte muy bien, saber cuáles son tus fortalezas y generar gran expectativa.
- Un lenguaje corporal muy pobre. Cuando acudas a la entrevista y estés enfrente del entrevistador, ten un buen contacto visual —míralo de forma normal a los ojos cuando habla—, conserva una actitud positiva y al despedirte hazlo con un firme apretón de manos. Son puntos a tu favor.
- Poco contacto visual y no sonreír. Una ligera sonrisa y mantener la mirada hacia el entrevistador siempre refleja un signo de confianza y afabilidad. Cabe resaltar, que cuando el entrevistador esté hablando es factible que asientas con la cabeza lo que dice o contestes con interjecciones, tales como: ¡Evidentemente!, ¡ajá!, ¡claro!, ¡entiendo!… trabajo idóneo
- Hablar mal de tu anterior trabajo, jefe o compañeros. Si llegaste a tener algún tipo de problema con tu superior, compañeros o hayas tenido inconvenientes en tu trabajo no vayas a cometer la gran equivocación de hablar mal porque harás ver la poca ética profesional y el tipo de valores que tienes. ¡No serás considerado un futuro candidato!
- Mendigar para conseguir el trabajo. Sé muy profesional y guarda la compostura en todo momento. No llegues al punto de la humillación o de suplicar por el trabajo —dar lástima— porque eso no hablaría bien de ti y jamás encontrarás de esa manera el trabajo soñado.
- No haber realizado ninguna pregunta al finalizar la entrevista. No te quedes sin preguntar. Haz preguntas que estén vinculadas con el trabajo, la organización y las oportunidades para desarrollarte en ella. Las preguntas deben ser apropiadas. De lo contrario, será una señal de conformismo, desgano y de falta de expectativas laborales.
A continuación, te dejo algunas preguntas que puedes hacer al finalizar tu entrevista:
* ¿Me podría informar cuáles son los siguientes pasos del proceso de selección?
* ¿Tiene la empresa planes de expansión?
* ¿Se puede hacer línea de carrera?
* ¿Cuáles son las proyecciones de la empresa?
* ¿Cuáles son las posibilidades de promoción dentro de la organización?…
Se sugiere que evites hacer preguntas que estén asociadas a las expectativas salariales y a los días libres en la etapa inicial del proceso de selección. Se puede malinterpretar que solamente estás buscando eso nada más. Haz hincapié que te interesa el trabajo y que quieres aumentar tu valor profesional.
- Retirarse de la entrevista sin despedirse cuando haya terminado. Cuando finalice la entrevista, despídete agradeciendo por la oportunidad y el tiempo que se te ha dedicado. Luego analiza los resultados y haz apuntes sobre los errores o aciertos que has tenido para incrementar tus probabilidades de aspirar al trabajo soñado.
- Haber proporcionado mal tus referencias laborales. Una recomendación sería que cada cierto tiempo actualices los datos personales —teléfono/anexo del trabajo, número de celular y correo electrónico— de las personas a las que estás considerando como tus referencias laborales. De esta manera, facilitas al entrevistador a que se ponga en contacto con ellos. Está demás decir, que tus referencias tienen que hablar bien de ti y recomendarte. trabajo idóneo
- No enviar la carta de agradecimiento después de la entrevista. La finalidad de enviar este documento es para que el entrevistador vea tu interés, lo atento y detallista que eres. Se presentará la gran oportunidad en la que se pueda acordar de ti al momento de tomar sus decisiones “por cuál candidato escoger”. Es una forma de seguir manteniendo su atención, aumentar su interés en nuestra candidatura, reafirmar nuestra motivación y entusiasmo por ocupar el cargo laboral. trabajo idóneo
El único responsable de conseguir o no un empleo eres tú mismo.
Vale decir, que no debes mentir o falsear información, no responder con monosílabos o dar respuestas muy amplias, que tu perfil en LinkedIn esté completo y saber utilizar tu red de contactos correctamente. trabajo idóneo
En definitiva, la entrevista laboral tiene como objetivo conocerte a fondo, saber cómo piensas, qué perfil posees, cuáles son tus aspiraciones o sueños, qué logros has obtenido últimamente y qué ética profesional tienes. Así pues, no cometas los errores descritos anteriormente para que tus posibilidades de encontrar empleo aumenten y puedas tener un mayor éxito en la próxima entrevista.
¡Mucha suerte! 🙂